La oportunidad me hizo prisionera,
de tu hidalguía sintiéndome plebeya,
y en un altar sobre pilares ilusorios,
te coloqué a ti para sentirte mío.
Anhelo verte como una adolescente,
para fundirme en tus cálidos abrazos,
besos furtivos regalados sutilmente,
luego alejarme con mi corazón ardiente.
Mi vida aún no puede acostumbrarse,
nunca podrás ser mío por completo,
solo logro robarte un breve instante,
luego parto con las alas del desaliento.
Aún así la remembranza en mí revive,
cada vez que pienso en aquel ingrato día,
cuando tus ojos anclados en los míos,
fueron espejo de tu alma y tus sentidos.
Entre la niebla de mi presente absurdo,
y la penumbra del más amargo encanto,
quiero que sepas que existo para ti,
aunque al mirarme… no puedas verme a mí.
Jyosti
de tu hidalguía sintiéndome plebeya,
y en un altar sobre pilares ilusorios,
te coloqué a ti para sentirte mío.
Anhelo verte como una adolescente,
para fundirme en tus cálidos abrazos,
besos furtivos regalados sutilmente,
luego alejarme con mi corazón ardiente.
Mi vida aún no puede acostumbrarse,
nunca podrás ser mío por completo,
solo logro robarte un breve instante,
luego parto con las alas del desaliento.
Aún así la remembranza en mí revive,
cada vez que pienso en aquel ingrato día,
cuando tus ojos anclados en los míos,
fueron espejo de tu alma y tus sentidos.
Entre la niebla de mi presente absurdo,
y la penumbra del más amargo encanto,
quiero que sepas que existo para ti,
aunque al mirarme… no puedas verme a mí.
Jyosti
08/11/2009
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