Observo, solamente eso hago,
y por un momento el tiempo se detiene,
entonces mi rostro ya no es el mismo,
ahora la imagen reflejada es mi realidad.
Una realidad que me abruma,
¡Cuanta soledad puedo ver allí!
pero no me asusta,
sé que con ella he podido vivir.
En cada una de las trazas,
que marcan el paso de los años,
se encuentran tantos recuerdos,
atrapados por alegría, dolor y lamento.
Mis ojos no tienen lágrimas,
como una vertiente sin alimento,
están opacos denotando el pasado,
que los hizo secar por tanto llanto.
Mi boca, dulce néctar sin flor,
ya lo entregué todo,
en cada uno de mis besos,
llenos de pasión sin ser correspondidos.
Mi sonrisa, no la encuentro,
se la devoró la soledad,
por la carencia de afecto
de una relación truncada.
Ante el espejo de mi existencia,
se refleja mi rostro envejecido,
se refracta mi alma sombría,
y el puñal clavado en mis sentidos.
Jyosti
07/11/2009
y por un momento el tiempo se detiene,
entonces mi rostro ya no es el mismo,
ahora la imagen reflejada es mi realidad.
Una realidad que me abruma,
¡Cuanta soledad puedo ver allí!
pero no me asusta,
sé que con ella he podido vivir.
En cada una de las trazas,
que marcan el paso de los años,
se encuentran tantos recuerdos,
atrapados por alegría, dolor y lamento.
Mis ojos no tienen lágrimas,
como una vertiente sin alimento,
están opacos denotando el pasado,
que los hizo secar por tanto llanto.
Mi boca, dulce néctar sin flor,
ya lo entregué todo,
en cada uno de mis besos,
llenos de pasión sin ser correspondidos.
Mi sonrisa, no la encuentro,
se la devoró la soledad,
por la carencia de afecto
de una relación truncada.
Ante el espejo de mi existencia,
se refleja mi rostro envejecido,
se refracta mi alma sombría,
y el puñal clavado en mis sentidos.
Jyosti
07/11/2009
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