Sobre un lienzo blanco, de pureza extrema,
con hilos de oro, comencé la tarea
en el viejo taller, de las costureras.
Puntadas diversas de cruces y largos.
Con tarea ardua de días eternos.
No quería que nadie se enterara de ello.
El tiempo testigo de mi gran bordado
y poquito a poco fue armando la frase,
que te entregaría hecha por mis manos.
Esperé el momento de que tú la tengas
en un bello pañuelo con palabras pulcras
nacidas de mi alma, soñadora e inquieta.
Llegado el encuentro por mí tan esperado,
te entregue con ansias mi preciado regalo.
Lo leíste atento, sin decir palabras.
Con ese pañuelo secaste tus lágrimas…
Jyosti
12/09/2009
con hilos de oro, comencé la tarea
en el viejo taller, de las costureras.
Puntadas diversas de cruces y largos.
Con tarea ardua de días eternos.
No quería que nadie se enterara de ello.
El tiempo testigo de mi gran bordado
y poquito a poco fue armando la frase,
que te entregaría hecha por mis manos.
Esperé el momento de que tú la tengas
en un bello pañuelo con palabras pulcras
nacidas de mi alma, soñadora e inquieta.
Llegado el encuentro por mí tan esperado,
te entregue con ansias mi preciado regalo.
Lo leíste atento, sin decir palabras.
Con ese pañuelo secaste tus lágrimas…
Jyosti
12/09/2009
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