El rostro de la niña con los ojos abiertos,
asoma del pastizal que la cubre.
Su vestido blanco destaca con manchas,
que el color carmesí tiñe en gamas.
¿Qué le pasó a María?
Salieron todos de la misa dominical,
ella fue a la casa de una amiga.
El sol escapó por el horizonte;
la luna testigo de su destino.
El trayecto hasta su casa era corto,
la espera fue inesperadamente larga.
Entre la desesperación y angustia,
sus padres y el pueblo en la búsqueda.
Sombras sobre sombras impiden,
rastrear el lugar; abandonar deciden.
La noche se ha convertido en un instante
en cómplice del llamado atormentado.
Rastrillaje cercano a las vías del tren;
con la alborada encontraron a María.
¿Cuánto habrás gritado mi niña?
¿Por qué no pude escucharte?
-Te has quedado sin voz,
llamándome y no puede auxiliarte.
Lloran corazones azorados,
tan solo tenía once años.
No hay final; la búsqueda del asesino
…es el principio…
Jyosti
13/03/2010
*Reservados todos los derechos de autor. Obra registrada*
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