Los días de estudiante
habían terminado. Tenía un título entre las manos y ahora comenzaba la ardua
tarea de conseguir un buen empleo.
Le interesaba lo que
un hombre puede transmitir a los otros, pero hay cosas en el mundo que solamente
había visto en los libros y ahora, como Ingeniero mecánico, estaba dispuesto a
comenzar.
Compró el periódico y empezó
a marcar los posibles puestos, repentinamente le asaltó una duda ¿busco trabajo
o empleo?.
Esta confusión, lo
dejó inmerso en una gran incertidumbre sobre lo que realmente estaba buscando.
Al día siguiente, salió
temprano, se había puesto el único traje que tenía, para causar buena
impresión.
Cada vez que terminaba
con una entrevista, la última frase que escuchaba era la misma “nos pondremos
en contacto con Ud.”.
Llegó a su hogar y se
derrumbó en la cama. La transpiración había mojado su camisa y traspasado hasta
el traje. Una oleada de desilusión lo abordó. Recordó a su padre, toda su vida
había trabajado reparando barcos, y había podido sostener una familia.
Al día siguiente, decidió
no ponerse el traje y se dirigió directamente al embarcadero.
Habló con el dueño de
un gran barco, no le importó mostrar su título.
Sabía que buscaba el
primer trabajo, y lo consiguió.
Graciela Fioretti /
Jyosti
30/04/2012
**Buscamos un “empleo”,
por el dinero que obtendremos. Tenemos un “trabajo”, para entregarnos
completamente a él.**
1 comentario:
Hoy en día no se puede buscar empleo, hay que trabajar en lo que se pueda para poder subsistir. Son millones los desempleados y pocos los trabajos a repartir.
Me ha gustado mucho tu relato, es el espejo de lo que vivimos en estos días de crisis.
Un beso amiga.
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