En tierras mendocinas nace esta leyenda Argentina.
Hace muchísimos años, habitaba una tribu indígena,
su característica principal era ser muy trabajadores,
e iba acompañada de la hospitalidad y una gran bondad.
Como una inesperada noticia, llegó hasta ellos
que del otro lado de la cordillera y al norte de la región
iba tomando terrenos una tribu de aborígenes
cuya existencia era de muy bravíos guerreros.
Los sorprendieron y pronto se vieron rodeados
por este enemigo que traía, la destrucción en las manos.
En tal desesperación decidieron pedir ayuda a un pueblo amigo,
pero como quedaba hacia el este debían pasar por cerco enemigo.
Nadie se animaba a cruzar por territorio tan peligroso,
pero apareció un valiente muchacho de veinte años
que apenas se había casado y era el más fuerte y ágil de todos.
Ante el jefe de la tribu se ofreció a tal desafío.
este fue bien recibido, entonces se preparó para tal hazaña
y temprano de madrugada partió con su joven amada.
Marchando con incansable y característico trotecito indígena,
pasaron dos largos días hasta encontrase con las avanzadas enemigas.
Confiando en sus ágiles piernas, corrieron, saltaron
y evitaron los lazos de boleadoras que les lanzaban los invasores.
Asi fueron perseguidos pero nunca alcanzados,
y en este andar sin tregua comenzaron a sentirse más livianos.
De pronto se transformaron, sus piernas se hicieron delgadas,
y sus brazos de manera sorprendente se convirtieron en alas.
Los cuerpos de plumas cubiertos ya sin más rasgos humanos,
estaban con la esbelta figura de un ave de gran tamaño
y así quedaron convertidos y llegaron a destino para derrotar al enemigo.
Desde ese día habita en toda esa región, el legendario Ñandú argentino.
Jyosti
07/06/2009
Hace muchísimos años, habitaba una tribu indígena,
su característica principal era ser muy trabajadores,
e iba acompañada de la hospitalidad y una gran bondad.
Como una inesperada noticia, llegó hasta ellos
que del otro lado de la cordillera y al norte de la región
iba tomando terrenos una tribu de aborígenes
cuya existencia era de muy bravíos guerreros.
Los sorprendieron y pronto se vieron rodeados
por este enemigo que traía, la destrucción en las manos.
En tal desesperación decidieron pedir ayuda a un pueblo amigo,
pero como quedaba hacia el este debían pasar por cerco enemigo.
Nadie se animaba a cruzar por territorio tan peligroso,
pero apareció un valiente muchacho de veinte años
que apenas se había casado y era el más fuerte y ágil de todos.
Ante el jefe de la tribu se ofreció a tal desafío.
este fue bien recibido, entonces se preparó para tal hazaña
y temprano de madrugada partió con su joven amada.
Marchando con incansable y característico trotecito indígena,
pasaron dos largos días hasta encontrase con las avanzadas enemigas.
Confiando en sus ágiles piernas, corrieron, saltaron
y evitaron los lazos de boleadoras que les lanzaban los invasores.
Asi fueron perseguidos pero nunca alcanzados,
y en este andar sin tregua comenzaron a sentirse más livianos.
De pronto se transformaron, sus piernas se hicieron delgadas,
y sus brazos de manera sorprendente se convirtieron en alas.
Los cuerpos de plumas cubiertos ya sin más rasgos humanos,
estaban con la esbelta figura de un ave de gran tamaño
y así quedaron convertidos y llegaron a destino para derrotar al enemigo.
Desde ese día habita en toda esa región, el legendario Ñandú argentino.
Jyosti
07/06/2009
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