Se acallan las voces,
el silencio despacio invade
al ser querido moribundo
que espera su anochecer.
Anochecer de la existencia,
que elevará su alma,
y haciéndolo allí sucumbir
lo convertirá en perpetuidad.
Nada queda en cuerpo,
ya solamente es plasma,
viaja a otra dimensión
que habitan las almas.
La tristeza del doliente,
que extrañará su presencia,
pronto resignará al pensar
que ahora no sufrirá.
Jyosti
21/06/2009
el silencio despacio invade
al ser querido moribundo
que espera su anochecer.
Anochecer de la existencia,
que elevará su alma,
y haciéndolo allí sucumbir
lo convertirá en perpetuidad.
Nada queda en cuerpo,
ya solamente es plasma,
viaja a otra dimensión
que habitan las almas.
La tristeza del doliente,
que extrañará su presencia,
pronto resignará al pensar
que ahora no sufrirá.
Jyosti
21/06/2009
2 comentarios:
Siempre nos queda la sensación del que se va no ha sufrido.
Es ley de vida, tenemos que dejar este mundo un día u otro, nuestro sitio otro lo podrá ocupar, pero los momentos vividos, esos no nos los pueden quitar.
Como siempre impecable Jyosti.
Un abrazo inmenso
Wersi, es la vida y la muerte, el equilibrio dicen pero nos cuesta mucho que un ser querido nos abandone.
Gracias amiga incondicional por estar siempre conmigo liada a tus gratos comentarios.
Un abrazo desde el alma.
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