Y llegan las campanadas
que anuncian la medianoche,
mientras el año Dos mil Once
silente se nos escapa.
Entrando muy despacito
se instala el Dos mil Doce
entre rituales ancestrales,
los fuegos artificiales,
estruendo de pirotecnia,
brindis, saludos, risas, besos,
y con abrazos llenos de esperanza
le damos lugar a un comienzo
que pronto será un final.
Los malos pasos disueltos
con el año que se va,
abordan tristes recuerdos
de los que ya no están más.
La salud lo primordial,
el trabajo una constante,
el dinero necesario,
el amor un corolario.
Lo mejor, el porvenir,
que trae… el nuevo año.
Graciela Fioretti-Jyosti
31/12/2012
**Para todo el mundo mis deseos de Paz y prosperidad. Que se puedan erradicar el hambre y las enfermedades epidemiológicas.**
1 comentario:
Que nunca nos falten la salud y la esperanza amiga.
Gracias por tus buenos deseos.
Un beso y felicidad.
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