Sobre las rodillas que sangran,
un cuerpo se inclina ante el altar,
del templo que escucha sin cesar,
las súplicas que no tienen final.
Se enamoró tempranamente,
y entregó su cuerpo naciente,
que se devoró en un instante,
la alegría de su presente.
Amor que cegaste la realidad,
y solamente le dejaste ver,
lo que querías que vea,
haciéndola esclava de la inseguridad.
Nadando sobre un mar de hielo,
para llegar hasta su sueño,
lucha por obtener su atención,
pero nada puede cambiar la situación.
Resignada camina por una promesa,
para que otra vez vuelva a ella,
porque no puede comprender,
que vive…la desidia de un querer.
Jyosti
13/12/2009
un cuerpo se inclina ante el altar,
del templo que escucha sin cesar,
las súplicas que no tienen final.
Se enamoró tempranamente,
y entregó su cuerpo naciente,
que se devoró en un instante,
la alegría de su presente.
Amor que cegaste la realidad,
y solamente le dejaste ver,
lo que querías que vea,
haciéndola esclava de la inseguridad.
Nadando sobre un mar de hielo,
para llegar hasta su sueño,
lucha por obtener su atención,
pero nada puede cambiar la situación.
Resignada camina por una promesa,
para que otra vez vuelva a ella,
porque no puede comprender,
que vive…la desidia de un querer.
Jyosti
13/12/2009
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