Querido Dios,
Sé que tú eres el dador de respuestas, esas que, muchas veces, necesitamos para cerrar los capítulos de
nuestra existencia.
Siempre esmerada en percibir las señales que envías, en vano espero una
muy importante, quiero que sepas que sigo sumergida en el desconsuelo porque nunca llegó.
Sabes todo sobre mi vida. Debo
confesarte que, los años se están haciendo cada día más pesados en mi ser, y
estoy invadida por la terrible sensación de que mi tiempo se termina. ¡Qué
imaginación! ¿Quién puede saber esto?
Llega el “Día de las madres”, como todos los años las remembranzas me
ahogan. Ha pasado tanto tiempo desde aquel día, que los detalles se están
difuminando dentro de mi mente y mi alma.
En esta carta te suplico que escuches mis plegarias, que me digas qué
sucedió, entonces podré dejarle al olvido todo el dolor y terminar mi duelo.
Para concluir, te pido que ilumines a todas las madres del mundo para
que sigan sosteniendo la vida, a través
de sus hijos.
Graciela Fioretti /
Jyosti
20/10/2012
**Derechos reservados**
1 comentario:
beautiful blog kisses
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