Saborea la tarde el aroma turquesa
que trae la brisa de la eterna vida.
Los pasos se hunden lentamente,
el tiempo deja que todo suceda
y el crepúsculo recibe a la noche.
Caminar sobre lo andado
es imposible, no hay retroceso.
Aprender de lo que acontece
dónde las perturbaciones no escapan
y en una constante lucubración
nos vamos llenando de sapiencia.
¿Cuánto hay que vivir para saber todo?
Aunque no importa cuánto se viva,
valedera intensidad de la existencia,
tan efímero es intentar transferirla,
que la llevamos adherida hasta el final,
porque no se hereda.
Jyosti – Graciela Fioretti
que trae la brisa de la eterna vida.
Los pasos se hunden lentamente,
el tiempo deja que todo suceda
y el crepúsculo recibe a la noche.
Caminar sobre lo andado
es imposible, no hay retroceso.
Aprender de lo que acontece
dónde las perturbaciones no escapan
y en una constante lucubración
nos vamos llenando de sapiencia.
¿Cuánto hay que vivir para saber todo?
Aunque no importa cuánto se viva,
valedera intensidad de la existencia,
tan efímero es intentar transferirla,
que la llevamos adherida hasta el final,
porque no se hereda.
Jyosti – Graciela Fioretti
28/02/2011
**Obra registrada**
2 comentarios:
Cada día que pasa aprendemos algo nuevo. esta escuela que es la vida, nos sorprende a cada paso.
Sigamos caminando hasta que nos llegue el final.
Siempre un placer envolverme con tus poemas.
Un beso amiga.
Dia a dia una lección nueva y no hay más vuelta de hoja e intentar aprender de los errores que es muy importante.
Sin esperar saber todo,ya que es imposible.
Un beso Graciela,espero que estés bien :)
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