Soporte de nuestro hogar,
que guarda sus sentimientos,
sabe dar tranquilidad
cuando nos azota la angustia
y puede sobrellevar
los embistes de la vida.
Nunca lo vi llorar,
jamás sus mejillas moja,
parece hecho de piedra,
aunque en su alma desierta
habita la soledad
de los que con él, ya no están.
Su lucha es serena y fuerte,
deshoja la traición del odio,
soberano del hogar creado
de pie sobre las horas encrespadas,
guarda su honor para vivir honrado,
en el gusto del deber, está su gloria.
En la virtud de guiarnos por la vida,
escudo de las tormentas que flagelan,
tiene la responsabilidad de protegernos.
Inspirándonos el cariño desde niños,
sorprende con inesperadas bromas,
mientras escribe su historia,
sigue siendo… mi Padre.
Jyosti / Graciela Fioretti
08/06/2012
**Obra registrada**
2 comentarios:
Has descrito a la perfección la figura del Padre. Asi son, luchadores, hombres duros pero muy sensibles.
¡Feliz Día del Padre!
besos amiga.
Nonna, este poema lo escribí inspirada en la figura paterna de mi abuelo (QEPD). Mi madre se emocionó cuando se lo leí, porque lo amaba profundamente. Un gran abrazo y gracias por dejarme tus palabras.
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