Mientras contemplo un mar callado y yerto,
mi grito quiebra como un cristal las olas,
tiene la noche la eternidad que esconde
la bruma espesa para que olvide dónde,
vencida sobre la arena, sangran mis entrañas.
Tu nombre sube despacio a mi garganta
arrastrándose rasgado desde mi alma,
y entre el llanto extasiado que va muriendo,
asoma el destino cubriéndome de angustia.
¿Podré llamarte hasta colmar mis ansias?
Perdida en esta noche llena de magia,
deseo ver tu figura llegando hacia mi estancia,
mientras la ronda del mar, lentamente, nos abarca.
Y en las arenas templadas de esta playa,
puedo tenerte, mi eterno enamorado,
crecer entre tus brazos, brazos amados,
horizonte infinito, ocaso más hermoso,
sabiendo que siempre seré, tu amiga y amante.
Graciela Fioretti / Jysoti
12/02/2013
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2 comentarios:
Has expresado muy bien el bello sentimiento del amor. Ese arrullo del mar al romper las olas se percibe cercano y melodioso en tu poema.
Un beso.
Amiga, me alegra que el mar te haya alcanzado con el poema. Gracias!! Un gran abrazo
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